An action may fall short of being a virtuous action (katorthoma) and yet be a decent action (kathekon). An action is decent or fitting if it is appropriate to one's nature and state of life (LS 59B). It is decent to honour one's parents and one's country, and the neglect of parents and failure to be patriotic is something indecent. (Some things, like picking up a twig, or going into the country, are neither decent nor indecent.) Virtuous actions are, a fortiori, decent actions: what virtue adds to mere decency is first of all purity of motive and secondly stability in practice (LS 59G, H, 1). Here Stoic doctrine is close to Aristotle's teaching that in order to act virtuously a person must not only judge correctly what is to be done, but choose it for its own sake and exhibit constancy of character (NE 2. 6. 1105A30-b1). Some actions, according to the Stoics, are not only indecent but sinful (hamartemata) (LS 59M). The difference between these two kinds of badness is not made clear: perhaps a Stoic sinner is like Aristotle's intemperate man, while mere indecency may be parallel to incontinence. For while the Stoics, implausibly, said that all sinful actions were equally bad, they did regard those that arose from a hardened and incurable character as having badness of a special kind

Una acción puede no llegar a ser una acción virtuosa (katorthoma) y, sin embargo, ser una acción decente (kathekon). Una acción es decente o adecuada si es adecuada a la propia naturaleza y estado de vida (LS 59B). Es decente honrar a los padres y a la patria, y descuidar a los padres y no ser patrióticos es algo indecente. (Algunas cosas, como coger una ramita o ir al campo, no son ni decentes ni indecentes.) Las acciones virtuosas son, a fortiori, acciones decentes: lo que la virtud añade a la mera decencia es, en primer lugar, pureza de motivo y, en segundo lugar, estabilidad en la conducta. práctica (LS 59G, H, 1). Aquí la doctrina estoica se acerca a la enseñanza de Aristóteles de que para actuar virtuosamente una persona no sólo debe juzgar correctamente lo que debe hacer, sino elegirlo por sí mismo y exhibir constancia de carácter (NE 2. 6. 1105A30-b1). Algunas acciones, según los estoicos, no sólo son indecentes sino pecaminosas (hamartemata) (LS 59M). La diferencia entre estos dos tipos de maldad no queda clara: tal vez un pecador estoico sea como el hombre intemperante de Aristóteles, mientras que la mera indecencia puede ser paralela a la incontinencia. Porque si bien los estoicos, de manera inverosímil, decían que todas las acciones pecaminosas eran igualmente malas, sí consideraban que aquellas que surgían de un carácter endurecido e incurable tenían una maldad de un tipo especial.